La madera

 

La madera como material de construcción  

 

  La madera: Introducción

La madera desde el punto de vista que nos ocupa, sin entrar en detalles de composición, constitución y estructura, es la materia prima que usamos los carpinteros, se extrae del tronco, ramas y raíces principales de los árboles maderables, la cual después de una serie de procesos: apeado, aserrado, secado… llega a las fábricas o nuestros talleres donde se transformará finalmente en ese producto que decorará nuestra vida, y hará más cálidos y acogedores nuestros hogares.

Cada especie de árbol que se transformará en material para la construcción tiene unas características que lo harán más o menos apreciado para su uso en la carpintería o en la ebanistería, algunas de ellas son: resistencia a la humedad, a la acción de insectos xilófagos, la dificultad que presenta para ser trabajada, la predisposición a sufrir vicios y en que condiciones pueden darse , el color y sus propiedades físicas y mecánicas.

Decir que el color es una característica de la madera no significa que todos los árboles vayan a ser iguales, muy al contrario, pues podemos encontrar diferencias hasta en las tablas de un mismo tronco, aunque tanto esto, como otras singularidades como: los nudos,  fibras onduladas… hacen de la madera un material con personalidad propia y decorativa en sí misma.

La elección de la madera a emplear se hace en función del objeto que vayamos a elaborar, las condiciones a las que habrá de hacer frente,  la estética, el precio y muy importante su disponibilidad en el mercado

 

  La madera: ¿Versus ecología?

 

La tala de árboles para su aprovechamiento en la construcción puede parecer no muy ecológica y es cierto que se deforestan grandes superficies arboladas, incluso algunas de ellas de modo “furtivo”. Aunque también lo es que se replanta cada vez una superficie mayor, siguiendo políticas de desarrollo sostenible que seguirán tanto en cuanto la madera siga utilizándose como materia prima, dado que los bosques de hoy son la madera de mañana.

Los árboles como seres vivos que son: nacen, se desarrollan y a cierta edad mueren de forma natural, por lo que no aprovecharlos en su plenitud, sería un derroche de recursos que no tendría justificación.

Un efecto que logramos con los bosques, aunque sean de plantaciones, es una mejora medioambiental dado que mediante la fotosíntesis fijan el dióxido de carbono al hacerlo parte de ellas mismas, estimándose que por cada Tn. de madera se fijan 1,85 Tn. de CO2., ésta desproporción en los valores es debido a que parte del oxígeno vuelve a la atmósfera en forma de O2 y vapor de agua, por ello contribuye a frenar el efecto invernadero. Del mismo modo protege la tierra de la desertización, pues frenan el agua que baja por las pendientes, principal responsable de la erosión del suelo al sujetar la tierra con sus raíces; su sombra la protege de los rigores del sol, mantienen la vida animal y sus desechos nutren el suelo cerrando el ciclo de la vida, te alimentas de la tierra y alimentas a la tierra.

La madera procedente de los bosques donde se da el compromiso de replantación es la denominada madera ”certificada “, que resulta más cara que la de los bosques donde no se da éste compromiso, es por ello que la responsabilidad de los daños ecológicos producidos por prácticas depredadoras, no es obra exclusiva de unos madereros desalmados y sin escrúpulos sino que debemos reconocer nuestra propia responsabilidad como consumidores, y entonar un “mea culpa” al hacer del precio del producto una condición tan decisiva

Pero las ventajas ecológicas del uso de la madera no acaban aquí ya que después de su uso principal puede ser reutilizada, reciclada y en último caso como material orgánico que es la propia naturaleza puede degradarla.

La trasformación de la madera no requiere grandes cantidades de energía con el consiguiente ahorro: económico, energético y de otros materiales, éstos sí no renovables y altamente contaminantes, debido al impacto medioambiental de su proceso productivo.

Otra ventaja derivada de la composición de la madera es la de no producir gases tóxicos durante un incendio, como si lo hacen otros materiales, como por ej. el PVC que emana derivados del cloro altamente irritantes y tóxicos. Aunque sí desprende CO2 quien empobrece el aire respirable y una exposición prolongada es peligrosa.

 

  La madera: Mas ventajas

 

 

Hemos visto algunas de las ventajas que un uso sostenible de la madera nos puede proporcionar, pues bien éstas van más allá de las puramente ecológicas.

Dado que es una actividad económica, como tal genera empleo y riqueza, puede ayudar a que el medio rural no se despueble al tener una nueva fuente de ingresos, conservando un monte cuidado y lleno de vida, primer paso en la lucha contra el fuego.

Ventajas sociales: Al ofrecer salidas económicas pueden evitarse problemas de desarraigo en personas obligadas a la emigración, así como problemas  en los lugares de destino, insuficiencia de infraestructuras, de vivienda, servicios…

Ventajas culturales: Por el mantenimiento del acervo cultural de las zonas rurales de modo que no caerán en el olvido multitud de topónimos, giros lingüísticos , costumbres etc,

Ventajas sobre la salud: Y esto no es todo pues cada árbol lanza al aire buena cantidad de agua que luego formará nubes que volverán a la tierra en forma de lluvia que a su vez suavizará los rigores del sol, regará las cosechas y limpiará el ambiente de partículas tanto de contaminación como de polen cosa que los alérgicos saben agradecer.

 

  La madera: Propiedades

 

 

 

Comportamiento térmico: Es el material más aislante de los empleados en construcción solo superado por el corcho, su baja conductividad térmica hace que modere las fluctuaciones de temperatura favoreciendo un entorno agradable y un ahorro en la economía doméstica, pues disminuye la necesidad del uso de calefacción o aire acondicionado, además de disminuir la rapidez de propagación de un posible incendio. Con el fuego la madera se carboniza en superficie formando una capa que retrasa el avance del fuego hacia el interior de la pieza, la casi nula dilatación por el calor y la baja difusibilidad o velocidad con la que se calienta un material en contacto con una fuente de calor, es por lo que las estructuras de madera tardan en deteriorarse lo suficiente, pudiendo permitir una eventual evacuación. Éste comportamiento puede ser mejorado sobredimensionando las escuadrías, para retrasar el colapso de la estructura debido a la destrucción de la madera por el fuego, y por consiguiente a la disminución de su sección resistente. Y también con tratamientos de ignifugado, que pueden hacer que la madera pase de una calificación m3 o combustible medianamente inflamable a otra: combustible y difícilmente inflamable (m2 ) o combustible no inflamable (m1).

 

Cualidades eléctricas: La conductividad eléctrica de la madera es muy baja lo que reduce la electricidad estática en sus construcciones, motivo por el que resulta más saludable que otros materiales empleados en la construcción, además debido e esto reduce el riesgo de incendio. Aunque bien es cierto que ésta propiedad se ve desfavorecida con el aumento del contenido de agua en la madera.

 

Cualidades acústicas. Los productos derivados de la madera dispuestos con el diseño adecuado, son buenos aislantes acústicos frente a ruidos del exterior, la porosidad de la madera hace que su utilización evite la reverberación que se da en ambientes cerrados, produciendo una agradable sensación acústica, y su elasticidad absorbe en mayor medida el sonido producido por impactos (por ej. ruido de tacones ). La explicación a esto se debe  a que transforma la vibración producida por el sonido en calor.

 

Cualidades higroscópicas: La madera absorbe y cede humedad al aire en función de la humedad ambiental y la temperatura, tendiendo al equilibrio. Ésta tendencia al equilibrio asegura la regulación de la humedad en el interior de las estructuras de madera, aunque tiene la contrapartida de que esto se logra con variaciones en su volumen.

Si bien en sentido longitudinal la variación de medida es despreciable en sentido transversal puede ser importante en algunas especies de madera. Aunque éste aspecto se tiene en cuenta a la hora del calculo de la estructura, por lo que no supone desventaja alguna en su comportamiento respecto a otros materiales usados en construcción.

 

CUALIDADES MECÁNICAS

 

 

   Resistencia: La resistencia de la madera varía en función de la especie pero exceptuando las más desfavorables, en general podemos afirmar que la madera es un material muy resistente a compresión en el sentido paralelo a las fibras, la resistencia a la flexión y a la fatiga es muy elevada, aunque también es cierto que éstas propiedades se ven afectadas por la humedad.

 

   Deformación: La madera es un material que sometida a una cierta carga llega a deformarse por lo cual al contrario que otros materiales para cuyo cálculo de secciones se utiliza la resistencia a la rotura para la madera se usa a la deformación.

 

   Dureza: Como dureza entendemos la resistencia que opone a la penetración por lo que podemos calificarla como blanda en comparación con otros materiales también empleados en la construcción, siendo esto una ventaja pues facilita su mecanizado y permite la sujeción de otras piezas mediante clavos o tirafondos, cuya extracción se ve dificultada dado que una vez introducidos se produce una recuperación de la deformación lateral que se produce en la madera de modo que ésta los aprisiona.

 

   Densidad: La densidad de la madera varía con la especie aunque se la puede considerar relativamente baja, su poco peso economiza en cimentación lo que posibilita la construcción en terrenos débiles.

 

   Durabilidad : Hoy día hay tratamientos que mejoran ostensiblemente la resistencia de la madera al ataque de insectos xilófagos u hongos que pueden llegar a destruirla, a la vez que la pueden dotar de mayor estabilidad dimensional al controlar la higroscopicidad dado que el espacio que ocuparía el agua está ocupado por distintas sales.

 

  La madera: Material para la construcción

 

 

La madera es el material más importante y por más largo tiempo usado en la construcción, hay vestigios de su uso hace 40.000 años. Este papel preponderante de la madera como material para construir se debe a varios motivos: la facilidad de su manipulación y transformación, la facilidad que presenta para poder utilizar los materiales de los que se dispone al rededor como complemento y la eficaz combinación con otros elementos para conseguir lo que se persigue, como las pieles o tejidos para formar livianos albergues fáciles de desmontar y transportar (tipis, haimas…) para los pueblos nómadas. En África pueden encontrarse construcciones «estacionales» en las que los materiales que se emplean además de la madera son el barro o incluso excrementos del ganado.

Otros materiales empleados como cerramiento de la estructura de madera son las gavillas de forraje, hojas de palma… en las zonas del caribe, Oceanía, sudeste asiático…

Una vez asentados los grupos humanos, en el neolítico, las construcciones deben ganar en confort, cosa que se consigue cambiando los cerramientos más provisionales de pieles, por otros como: madera  en las zonas con abundantes bosques, (isbas del norte de Europa y tierras limítrofes, las casas de los colonos en  norte América y Canadá…).  piedra natural tanto mampostería como sillares o, donde había dificultades para encontrarla se fabricaba,  caso del adobe. Soluciones éstas que se adoptaron para estabilizar la estructura mediante fachadas rígidas y garantizar su mayor durabilidad, (que son las que con más tradición cuenta el sur de Europa y norte de África) al tiempo que las hacían más aptas para resistir los convulsos años que padecieron nuestros antepasados.

Nuevos materiales hicieron que a finales del s.XIX la madera tan profusamente utilizada, fuera sustituida por las desventajas que presentaba respecto de aquellos.  Aunque en la actualidad y dado el avance en los sistemas de unión y fijación, la exactitud en los cortes,  la aparición de nuevos productos, la construcción panelizada, perfiles composites… y la investigación de la industria química para conseguir productos para proteger la madera y hacer que la duración y el mantenimiento no sean el obstáculo para su empleo, su uso está resurgiendo con ímpetu, como lo podemos ver en tantas obras tanto públicas como privadas: polideportivos, centros comerciales, auditorios…